Tu sistema digestivo necesita ciertas vitaminas para funcionar correctamente. Estos componentes se les llama «esenciales» por una razón: el cuerpo los necesita para funcionar correctamente y para el sistema digestivo, son de vital importancia. Hay ciertas vitaminas que son más importantes para la digestión, por lo general las puedes obtener siguiendo una dieta equilibrada.

Si quieres conocer cuales son los más importantes para una digestión saludable, sigue leyendo para saber como puedes incorporarlas en tus hábitos alimenticios.

Vitaminas B

Estas vitaminas se encuentran en proteínas como: pescado, pollo, carne y productos lácteos, así como verduras de hojas verdes y frijoles; estos alimentos ayudan a tu cuerpo a formar glóbulos rojos y obtener energía. Las vitaminas B son solubles en agua, lo que significa que no se pueden almacenar en las células de grasa; por ello necesitan ser una parte regular de tu dieta.

Las vitaminas B esenciales para el sistema digestivo incluyen:

B1: También conocido como tiamina, ayuda a tu cuerpo a cambiar los carbohidratos en energía para tus células y regular el apetito.

B3: También conocida como niacina, es importante para muchas funciones del tracto digestivo, incluyendo la descomposición de carbohidratos, grasas y alcohol.

B6: También conocido como piridoxina, es muy importante para ayudar a tu sistema digestivo a procesar la proteína que comes.

Biotina: Esta vitamina B ayuda a tu sistema digestivo a producir proteínas de colesterol y procesar carbohidratos junto con ácidos grasos.

B12: También conocido como cobalamina, desempeña un papel en el sistema nervioso y la producción de ácido fólico y carbohidratos.

La mayoría de las personas no reciben suficiente vitamina B de los alimentos, pero los suplementos pueden ser útiles para algunas personas. Habla con tu médico acerca de los suplementos antes de comenzar a tomarlos.

Vitamina C

Debido a que es un antioxidante, muchas personas la asocian con el sistema inmunológico y la prevención de resfriados, pero este componente también ayuda en la digestión, ya que refuerza los dientes y encías, además de asistir al cuerpo en la absorción de hierro.

La vitamina C se encuentra en multivitaminas diarias y suplementos autónomos, por ello hay muchas fuentes excelentes de alimentos, como:

• Frutas cítricas
• Tomates
• Pimientos
• Brócoli
• Cereal fortificado

Vitamina D

La vitamina D ayuda a tu cuerpo a absorber el calcio y desempeña un papel clave en el funcionamiento de tus nervios, músculos y sistema inmunológico. Además, los niveles saludables de esta vitamina son asociados a reducir las probabilidades de cáncer de colon, según un estudio de 2015 publicado en Gut.

Hay tres maneras de obtener este componente:

• Exposición solar
• Alimentos ricos en vitamina D, tales como yemas de huevo, peces de agua salada, hígado, leche y cereales fortificados
• Suplementos

Es posible que necesites un suplemento si tienes una enfermedad inflamatoria intestinal, como la enfermedad de Crohn, que a menudo se asocia con bajos niveles de vitamina D, según un estudio de 2014 en el World Journal of Gastroenterology.

Vitamina A

La vitamina A está involucrada principalmente en mejorar la visión, los huesos y la salud reproductiva, además de ayudar al sistema inmunológico. Las frutas y verduras de colores, como patatas dulces, zanahorias, col rizada, el hígado y la leche son ricas fuentes de este componente.

Aunque no está directamente involucrada en la digestión, algunas enfermedades gastrointestinales pueden dejarte con una deficiencia de vitamina A. Los investigadores señalaron que la falta de vitamina A puede empeorar el desequilibrio entre la formación y la destrucción de los radicales libres en el moco intestinal de las personas con Crohn.

Siempre consulta a con tu medico cuales son los suplementos que necesitas para tu alimentación, no es recomendable que te auto-mediques, ya que puedes hacer más daño a tu cuerpo de lo que crees.

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