Si nunca te pierdes una clase de spinning o una de aeróbicos, y no importa lo duro o con qué frecuencia entrenas y no ves los resultados. Existen varias razones por las que tu régimen podría no estar funcionando como estaba previsto. Sigue leyendo para averiguar qué podría estar detrás del estancamiento en tu entrenamiento.
- Falta de intensidad
Simplemente trabajar hasta solo sudar un poco no es bueno. Tienes que recordarte a ti mismo seguir haciendo cada vez mejor tu entrenamiento, esto tiene que ser un reto. Nuestros cuerpos pueden manejar mucho más de lo que nuestras mentes piensan que pueden. Los entrenamientos de una hora de duración son simplemente demasiado largos para que nos empujemos al límite todo el tiempo. Como resultado, bajamos el nivel de intensidad. Aquí es donde el entrenamiento de altos intervalos de intensidad (high-intensity interval training ,HIIT) juega un papel importante. Este consiste en períodos intensos de ejercicio con segmentos de recuperación cortos en el medio.
- Demasiadas Repeticiones
Si estás compitiendo con tus repeticiones, lo más probable es que sean demasiado livianas para ti. Si te puedes levantar constantemente sin sentirte cansado, entonces necesitas aumentar los pesos y repeticiones en cada sesión. Tus músculos no se pueden tonificar si no los estás desafiando. ¿Cómo sabes con qué peso empezar? Comienza con el conjunto que utilizas normalmente, digamos 20 libras, y divídela a la mitad. Así que ahora estás en 10 libras, completa un entrenamiento con este peso y poco a poco añade más después de cada sesión. Cuando finalmente llegas a un punto en el que estás frenando tus repeticiones hacia el final de tu entrenamiento (mientras aún mantienes una buena forma), es cuando sabes que has encontrado tu peso inicial. Eventualmente, tal vez después de una semana o más de entrenamiento constante, puedes encontrar el número de repeticiones con estos pesos. En este punto, agrega 2,5% de ese peso y pasa al siguiente nivel. Así es como tonificarás el músculo con mayor eficacia.
- Trabajas más, come más?
Todos somos culpables de esto en algún momento: Nos empujamos esa milla adicional en la trotadora y nos sentimos recompensados por nuestros esfuerzos. Y entonces pensamos: ¿Quizás un pequeño postre? ¿O una hamburguesa? Después de todo, quemamos todas esas calorías, ¿verdad? No tanto. Mientras que trabajas hacia fuera puedes quemar calorías, no puedes ver resultados a menos que estés quemando más calorías de las que consumes. Así que perder más peso significa comer menos de lo que quemas, no más.
- Estás demasiado ACOSTUMBRADO A TU ENTRENAMIENTO
Si estás haciendo lo mismo todos los días, tus músculos se adaptarán. Hacer el mismo ejercicio todos los días sólo apunta a las mismas fibras musculares y nunca otras. En su lugar, trata de hacer los mismos entrenamientos desde diferentes ángulos. Trata de usar diferentes equipos de gimnasio que no sueles utilizar. Alterna tus rutinas Y CAMBIALAS CONSTANTEMENTE . Empezarás a tonificar las fibras musculares que no estabas tonificando antes.
- No puedes comprometerte a un solo entrenamiento
Un día puedes tomar una clase de aeróbicos, la siguiente puede ser kickboxing y así clases diferentes a tu rutina, esto puede ser divertido ¡y bueno! Para probar nuevas clases de fitness, hazlo con más frecuencia para ver algún progreso. ¿Cómo se supone que vas a ver mejoras significativas durante los cursos que tomes, si sólo vas a clase una vez por semana? Tener un ejercicio principal te permite realizar un seguimiento de tu progreso y medir tu nivel de condición física. Elige una disciplina como tu entrenamiento principal e intercálalo con otras clases. Cuando sientas que estás mejorando, puedes cambiar tu disciplina o continuar con la que tienes.
El único que conoce mejor su cuerpo eres tu. Si quieres conocer más de las cirugías que realizó puedes llamarme al (34) 934 878 640 o visitarme en Paseo de Gracia 79, 1°- 2 ª Barcelona, España. CP: 08008.