Usted recorrió ya un largo camino de varios meses, analizó sus estados de ánimo y de conciencia, investigó sobre el procedimiento que se le practicará, cuenta con un cirujano ético y competente y tiene listo ya su cronograma de recuperación. Llegó la hora de la verdad. Hoy es el día de su cirugía.

Ansiedad

Es probable que se sienta algo nervioso y ansioso, y que se pregunte si tomó la decisión correcta. Esta inquietud anímica es normal, porque concluye por fin un largo proceso de análisis, consultas y determinaciones, y comienza para usted una nueva vida.

La casi totalidad de los pacientes de cirugía plástica, se formulan las siguientes preguntas:

• ¿quedaré satisfecho con los resultados?
• ¿Vale realmente la pena mandar a practicarme este procedimiento?, ¿Pasar por todo esto?
• Siento miedo?
• ¿Y si no regreso después de la anestesia?
• ¿Valdrá la pena el esfuerzo y la inversión?
• ¿Podría producirse una infección?
• ¿Estoy haciendo lo correcto?
• ¿Debería hacer esto?

Este tipo de inquietudes son normales antes de un procedimiento quirúrgico. Sin embargo, le recuerdo: que el autocontrol es de suprema importancia en estos momentos que usted ya analizó, primero consigo mismo, y luego con el cirujano y el anestesiólogo, los pros y contras de su cirugía, y que nada en ella es fruto de la improvisación. Recobre, pues, el buen ánimo, y dispóngase a entrar en una nueva etapa de su vida.

De todas formas, es muy posible que se presenten cuadros de pánico o de arrepentimiento. Le recomiendo que hable inmediatamente con su cirujano, para que él lo oriente y le brinde la seguridad que usted necesita en estos críticos momentos.

Si después de hablar con su cirujano persisten estos sentimientos inciertos y dolorosos, recuerde que usted puede detener el procedimiento allí mismo, e incluso cancelarlo.

El día de la operación: una revisión final

Las siguientes son normas generales que siempre se ejecutan antes de una cirugía:

• Si usted toma medicación por un padecimiento crónico, siga las instrucciones de su cirujano sobre cómo la debe tomar y cuál es la dosis adecuada.
• Sea puntual, llegue a la hora indicada al sitio acordado con su cirujano en el plan de cirugía. (Le recomiendo que lo haga una hora antes).
• No traiga con usted joyas u objetos de valor, déjelos en casa.
• No cargue demasiado efectivo con usted.
• No vista ropa muy ajustada a su cuerpo, use, en lo posible, sudadera o ropa holgada.
• Traiga el número telefónico de la droguería, por si el cirujano le prescribe algún medicamento.
• Tenga sus documentos de salud en el lugar donde le realizará el procedimiento.
• Complete toda la documentación necesaria antes de la cirugía.

El momento de la verdad

Siempre recomiendo llegar con puntualidad al lugar de la cirugía, debido a que el paciente estará muy ocupado antes de ingresar al quirófano. Es el momento en el cual usted completará diversos formularios, responderá las preguntas de la enfermera jefe, de su anestesiólogo y recibirá un chequeo final de parte de su cirujano.

Es posible que una cirugía previa a la suya concluya antes de lo previsto, o que sencillamente se cancele, y que usted pueda ser intervenido antes de la hora programada.

Cuando usted llegue a la clínica, una recepcionista lo estará esperando allí, para darle la bienvenida e instruirlo sobre el proceso. Posteriormente, lo trasladarán a un cuarto especial, donde podrá cambiarse de ropa. Allí encontrará también un locker donde guardarla.

Después, una enfermera se reunirá con usted y le preguntará sobre su historial clínico, tomará y registrará sus signos vitales y responderá sus preguntas de último momento.  Si usted no se siente bien, tiene síntomas de resfriado, por ejemplo, avísele a la enfermera, para que pospongan su procedimiento.

Luego, lo conducirán a otro cuarto, denominado sala preoperatoria. Allí se reunirá con el anestesiólogo, y podrá formularle sus inquietudes y responder a sus preguntas. Es posible que le canalicen una de las venas de sus brazos, y que luego lo trasladen a la sala de cirugía. Solo después de que usted hable con el cirujano, el anestesiólogo lo sedará.

El quirófano o sala de cirugía puede lucir muy intimidante y estéril, y es normal que usted se asuste.  Aquí todos los miembros del equipo cumplen una tarea; por lo tanto, los verá a todos ocupados, tratando de brindarle la mejor atención posible.

Durante esa mañana, su médico hablará con usted y revisarán el plan de cirugía, explicándole cada detalle de la intervención; luego, el procederá a delinear en su piel los “planos” sobre los cuales realizará el procedimiento. Está ya a pocos minutos de comenzar la operación.

Estos momentos son muy importantes, tanto para usted como para su cirujano. Para usted, que debería estar tranquilo ya, y para el cirujano, que debe tener un plano completo del procedimiento a seguir.

Advertencia: A un paciente jamás lo sedarán, si antes su doctor no ha verificado de nuevo con él que efectivamente, quiere operarse. Cumplido este requisito, el cirujano y el anestesiólogo empezarán el procedimiento.