La Liposucción Vaser en alta definición es ahora tendencia en cirugía plástica, gracias a sus efectos comprobados en la mejora de las áreas intervenidas y en la reducción de los depósitos grasos alojados bajo la piel; sin duda alguna reduciendo los periodos de recuperación en comparación con los métodos convencionales.
La megaliposucción es uno de los procedimientos en cirugía plástica más exigentes, que pone a prueba la capacidad y experiencia de los cirujanos que la practican, sobretodo por los grandes volúmenes de tejidos grasos a remover en múltiples zonas del cuerpo y por las limitaciones de tiempo necesarias para evitar cualquier contratiempo en la salud y bienestar de los pacientes intervenidos.
Este procedimiento conlleva la extracción de mínimo 6 litros de grasa, sin embargo algunos cirujanos de manera irresponsable suelen remover un máximo de hasta 10 litros aumentando considerablemente los riesgos para la vida del paciente. En mi experiencia, considero que es preciso tener especial cuidado de reducir al máximo los riesgos para la vida del paciente derivados del desbalance en el nivel normativo de líquidos y electrolitos fundamentales para garantizar el adecuado funcionamiento del organismo. Adicionalmente considero que si un paciente requiere ser expuesto a una remoción de 10 o más litros de grasa, es porque no era un candidato ideal para adelantar este procedimiento quirúrgico.
Es importante tener presente que la liposucción es una técnica quirúrgica especializada de moldeamiento corporal y bajo ninguna circunstancia debe ser tomada como una alternativa para bajar de peso; razón por la cual recomiendo a mis pacientes antes de someterse a esta intervención que mantengan su peso ideal, recurriendo a planes de alimentación balanceada y rutinas intensivas de ejercicio, con el propósito de evitar frustraciones posteriores por la pérdida de los resultados alcanzados gracias a la liposucción.
Previamente a la realización de una liposucción, es importante tomar las medidas preventivas necesarias para garantizar su correcta ejecución, razón por la cual en compañía de todo un equipo de especialistas evaluamos las condiciones de salud previas del paciente sobretodo los niveles de hemoglobina para evaluar los factores de cicatrización. De igual manera, es importante educar al paciente sobre los hábitos alimenticios previos a la realización de la cirugía, con el propósito de fortalecer su sistema inmune. Como práctica adicional recomiendo tener presentes algunos preparativos importantes como evitar la pérdida de calor y hacer uso de unas medias antiembólicas, reduciendo así cualquier factor de riesgo durante la recuperación.
En mi experiencia, este procedimiento responde perfectamente bien ante las necesidades de pacientes que dadas sus limitaciones de movilidad a consecuencia del sobrepeso, se les dificulta reducir medidas antes de la intervención. Aunque riesgosa, esta técnica permite reducir el peso excesivo del cuerpo que provoca un deterioro notable de los huesos de la cadera, rodillas y pies. En esencia buscamos una mejora significativa en la calidad de vida de cada paciente, mejorando su autonomía funcional.
Casi siempre los excesos de piel derivados de la intervención suelen removerse por medio de una cuidadosa intervención que reduce la visibilidad de las cicatrices y devuelve la tonicidad a las áreas intervenidas, mejorando la apariencia estética de las áreas del cuerpo sometidas a la intervención quirúrgica. Según sea su complejidad esta intervención requiere de un periodo de recobro cercano a las dos semanas, siendo necesario implementar actividades de baja exigencia física para un recobro completo.