La preocupación por la imagen corporal no es un tema exclusivo de las mujeres. Recientemente los hombres han demostrado un creciente interés en el mejoramiento de su apariencia. Hasta hace muy poco, la cirugía plástica seguía siendo considerada como un área de la medicina dedicada enteramente a las mujeres, sin embargo, un creciente número de hombres acude de manera masiva al quirófano, demostrando su interés en los diversos tratamientos quirúrgicos especializados que les permitan cambiar su cuerpo.
¿Sabías que 8 de cada 10 hombres decide realizarse algún tratamiento para mejorar su aspecto físico en algún momento de su vida? En mi experiencia, las intervenciones de mayor demanda son aquellas destinadas a mejorar la apariencia de la nariz, párpados, abdomen y reducción de pecho. Sumado a lo anterior, los procedimientos cosméticos a base de Radiesse, se han constituido como tendencia actual, permitiendo reducir la aparición prematura de los molestos signos de la edad y preservar el aspecto saludable de la piel.
Considero que hoy en día la preocupación por la imagen no es un asunto exclusivo de las mujeres; por el contrario, los hombres son cada vez más cuidadosos con su apariencia personal y por lo tanto buscan mejorar ciertos aspectos que les permitan sentirse a gusto con su cuerpo, restaurando su seguridad en medio de los diversos contextos interpersonales en los cuales se desenvuelven.
En mi opinión, lo anterior se deriva de un creciente afán por lucir mejor en medio de los constantes mensajes que enfatizan en la importancia de la apariencia física, donde se exponen cuerpos altamente definidos y rostros perfectos; contenido diverso divulgado a través de redes sociales y medios masivos de comunicación.
Los paradigmas de belleza puestos en circulación, hacen que una mayor cantidad de hombres tomen la decisión de someterse a este tipo de intervenciones quirúrgicas y cosméticas, con el afán de sentirse mejor consigo mismos y dar cumplimiento a las expectativas de un mundo en el cual la apariencia física se ha convertido prácticamente en sinónimo de éxito.
Vale aclarar que la elección de los diversos procedimientos varía según la edad de los pacientes. En jóvenes, un motivo de consulta frecuente son las alteraciones de la región pectoral, que pueden requerir de un manejo quirúrgico especializado, siendo la liposucción Vaser la opción ideal que corresponde con sus necesidades. Además suelen consultar por alteraciones estéticas en su nariz, razón por la cual suelen optar por la Rinoplastia como opción correctiva, restaurando la apariencia del puente nasal y desde luego armonizando las facciones de su rostro en conjunto.
En pacientes de mayor edad existe una preocupación desmedida respecto al mejoramiento estético de sus párpados, acudiendo a la blefaroplastia como la mejor opción al momento de devolver a su mirada un aspecto más juvenil; situación que generalmente induce a la ejecución de cirugías de mayor impacto en la apariencia del rostro, como por ejemplo el lifting facial.
De manera conjunta con las intervenciones quirúrgicas, los hombres suelen someterse a tratamientos estéticos no invasivos que no requieren de postoperatorio; siendo los más frecuentes las infiltraciones de toxina botulínica, el estudio de patologías con intolerancias alimentarias o la aplicación de factores de crecimiento.
Desde el 2000 la aplicación de las diversas sustancias de relleno ha aumentado un 99% mientras que para el caso de la toxina botulínica se ha incrementado en un 400%. Así pues, la idea que se había mantenido durante muchos años acerca de la cirugía plástica y los diversos procedimientos cosméticos como asunto exclusivo de las mujeres, se ha replanteado de manera considerable.